En el año 2018, cerca del 90 % de las empresas españolas, están catalogadas como empresas familiares. Esto quiere decir, que dichas empresas están representadas y gobernadas mayoritariamente, por una o varias familias y tienen como objetivo principal, la continuidad de las siguientes generaciones, en la administración y dirección de las mismas.
Cualquiera puede intuir, que no son pocas las discrepancias que surgen en el seno de la empresa familiar, pues los miembros integrantes de la familia pueden tener personalidades completamente distintas, intereses opuestos, necesidades económicas o vitales distintas, etc…
El “Protocolo Familiar” es un instrumento que sirve precisamente para prever posibles situaciones de conflicto y solventar, de forma justa y ordenada, las eventuales disputas que puedan surgir en el entorno de la empresa familiar. Es un compromiso, que garantiza a los socios, que la empresa seguirá funcionando, en base a los criterios que ellos mismos decidan. Un “Protocolo Familiar” puede regular un sinfín de materias o situaciones, que variarán en función de las preocupaciones de los socios, entre las cuales, se encuentran frecuentemente:
- Cultura y valores familiariales.
- Órganos de Gobierno y de Dirección.
- Situaciones de excedencia forzosa y voluntaria de los Directivos.
- Condiciones y requisitos de acceso al puesto de trabajo.
- Condiciones y procedimiento para convertirse en Socio.
- Condiciones y procedimiento para la venta de las participaciones a otro socio o a un tercero.
La práctica totalidad de las empresas familiares en España, suele regirse por unos estatutos muy sencillos, que no regulan ninguna de las materias expuestas anteriormente, dejando a los socios totalmente huérfanos e inmersos en una total inseguridad jurídica, cuando ocurre cualquier discrepancia al respecto.
Desde la experiencia de nuestro despacho, recomendamos encarecidamente a los socios de empresas familiares (fundamentalmente, a los que tengan en activo, a segundas o terceras generaciones), que elaboren y aprueben un Protocolo Familiar; Pues no sólo será eficaz para sentar las bases de sus relaciones en la empresa y evitar posteriores conflictos, sino que también será útil para fijar estrategias, visualizar el rumbo de la misma y consolidar un plan de renovación, que es totalmente necesario, cuándo se producen este tipo de transiciones empresariales.
Proverbio: “Ningún bien importa tanto, cómo guardarnos del mal”.
Ignacio Herrero
Abogado
Herrero & Hidalgo Asesores